miércoles, 31 de octubre de 2012

8 consejos para evitar correr riesgos en las redes sociales

1. Lo primero un buen antivirus. Tener instalada la última versión de tus aplicaciones y sistema operativo es el primer paso de seguridad. El segundo es evitar la infección de virus (software que se instala en tu ordenador sin tu consentimiento y cuyo propósito es dañar su funcionamiento y actuar de transmisor para dañar otros ordenadores, generalmente mediante el e-mail) con un antivirus. No navegues en Internet ni utilices clientes de correo electrónico sin tener activado el firewall e instalado un antivirus. 


2. No caigas en el phishing. Las cadenas de mensajes (correos que te invitan a reenviarse con un contenido atractivo) y los mails que te avisan de un supuesto problema solicitándote que accedas a una página web (donde tendrás que proporcionar tu usuario y contraseña) son la mejor forma de facilitar la infección de virus y de que se capturen tus credenciales, respectivamente. Ninguna entidad bancaria ni organización alguna envía correos electrónicos solicitando datos de acceso, así que desconfía de todo ese tipo de mensajes. Nunca abras archivos adjuntos que recibas en tu cuenta de e-mail, si desconoces el remitente. Y, aunque lo conozcas, no lo abras si no lo solicitaste. 



No olvides que el P2P también posee su riesgo pues algunos de los archivos pueden contener código malicioso. Previsualizar los archivos y fijarse en el título de los mismos puede ser suficiente. Hay servicios P2P más seguros que otros. Antes de instalar un programa P2P investiga su funcionamiento. 



3. Supervisa la actividad de tus hijos menores de edad en la Red. Tener el ordenador en un lugar común del hogar y vigilar los perfiles de tus hijos en las redes sociales es una alternativa pero yo no estoy seguro de que eso sea lo mejor. No me imagino acompañando a tu hijo al colegio hasta los 18 años, dándole la mano para cruzar la calle y estando a su lado las 24 horas para que un desconocido no le dé un caramelo con sustancias nocivas. Seguramente le habrás enseñado lo que debe y lo que no debe hacer en la calle, en la escuela y con sus amigos. 



Supervisa pero no dejes de enseñar. Sin duda, es mejor un niño ilustrado y con autonomía que uno vigilado ignorante. 



4. Configura una buena contraseña y activa el acceso en dos pasos. Tu contraseña es la llave de oro a tus actividades en la Red. Una contraseña es relativamente fácil de averiguar con técnicas de ingeniería social y phishing. Pero existen métodos para combatirlas: establece contraseñas fuertes; es decir, contraseñas que contengan al menos 8 caracteres incluidas mayúsculas, minúsculas, símbolos y números. Algunas aplicaciones, como Google y Dropbox, permiten la verificación en dos pasos (uso del teléfono móvil para recibir un código que te permite completar el login). Activa esa opción siempre que sea posible. 



5. Configura los parámetros de privacidad. Todas las redes sociales incorporan opciones de privacidad para configurarlas a tu gusto. Tú decides quién accede a tus contenidos y cómo. Revísalas bien antes de publicar nada. Es preferible organizar a tus contactos por listas o categorías y ofrecerles contenidos con distintos niveles de privacidad.



En Facebook, por ejemplo, una opción recomendable es filtrar quién puede publicar en tu muro. 



6. No aceptes relaciones con desconocidos. Con toda seguridad, una gran parte de los contactos de una red social no son tus amigos de verdad. Aprende a diferenciar los matices del concepto de "seguidor" y "amigo" en la Red. En Twitter, tus seguidores son tu audiencia, la gente que lee tus publicaciones. Y tú sigues a usuarios que te interesan por lo que aportan. No es necesario que ninguno de ellos sea tu amigo realmente. En Facebook, sin embargo, solo deberías agregar a personas que conozcas y que te inspiren confianza. 



Los menores de edad es posible que se dejen convencer mediante el engaño y establezcan relación en Tuenti o Facebook con personas que no son quien dicen ser. Si eres víctima de acoso sexual por parte de un adulto (grooming) o cyberbulling (acoso de un menor a otro menor) no dudes en contárselo a tus padres, tutores o profesores. 



7. No publiques información comprometida. Ni en Twitter ni en Facebook, o similares, proporciones datos que permitan a otros ubicar tu domicilio, escuela, lugar de trabajo, etc. 



Y no confundas red social y blogging: Twitter se parece más a un sistema de blogging que a una red social, por lo que tener una cuenta privada no es muy recomendable. Pero si decides abrirla a todo el mundo, ten en cuenta que lo que publiques es absolutamente público. Paula Vázquez, a pesar de sus 200.000 seguidores, seguramente lo obvió. 



8. Si hay sospechas de delito denúncialo. Como ves, tú posees el control de lo que publicas en Internet y de lo que otros puedan publicar en tu perfil en aplicaciones como Facebook. Sin embargo, ¿qué sucede con lo que se publica en sitios que tú no gestionas?. ¿Y si alguien me fotografía sin mi permiso y lo cuelga en la Red? Ese es un temor muy común y comprensible. Sin embargo, todas las redes sociales poseen opciones de denuncia de abusos y contenido inapropiado. Con toda seguridad el contenido será retirado rápidamente. 



Tanto si el delito tiene que ver con cyberbulling, grooming, etc. como si es de otra índole (hacking, phising, etc.) puedes hacer uso de los mecanismos que la policía posee para recibir denuncias. La Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía tiene una página en Facebook (facebook.com/BrigadaInvestigacionTecnologica) con información sobre todo lo que puede afectar a la seguridad en Internet. 

¡Entra en la Red y disfruta! 

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